10 Años de sufrimiento en Siria

Una década después del inicio del conflicto en Siria, en 2011, cuando comenzaron las protestas localizadas que rápidamente escalaron a una gran guerra, la situación humanitaria sigue siendo devastadora.

Con nada menos que la mitad de la población siria desplazada a la fuerza (unas 12 millones de personas) que necesitan y dependen aún a día de hoy de una asistencia humanitaria urgente, la situación está lejos de mejorar. Y es que la crisis económica, la pandemia de la COVID-19 y una alarmante inseguridad alimentaria no hacen más que agravar una crisis humanitaria desesperante y cargada de necesidades.

Por si esto fuera poco, el país sufre además heridas graves y profundas, como un sistema de salud muy dañado tras años de bombardeos y ataques aéreos indiscriminados y con un gran número de personal médico muerto o huido.

Hoy, 10 años después, seguimos comprometidos con la población siria y pedimos una vez más a todas las partes en el conflicto que garanticen la protección de los civiles, incluidos los trabajadores sanitarios y sus pacientes, así como de las instalaciones médicas.

El Covid-19 marca los 10 años de conflicto, devastando con la crisis económica y sanitaria

Casi 12 millones de sirios, la mitad de la población del país antes del conflicto, han tenido que huir de sus hogares y están desplazados dentro y fuera de Siria. Unos 5,6 millones de refugiados se encuentran dispersos por todo el mundo, la gran mayoría en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Además, 6,2 millones de personas son desplazados internos, el mayor número en todo el mundo, y la gran mayoría subsiste en condiciones críticas.

Una década de conflicto ha devastado el sistema de salud sirio. Cientos de instalaciones médicas han sido bombardeadas, gran parte del personal médico ha muerto o huido, y todavía hay una escasez desesperada de suministros médicos en muchas partes del país.